.
Reflexiono, y esta vez, me maldigo
por jactarme cada tanto de ser algo desdichada.
Debería reconocer que yo he sido
aquella tarde en ese patio,
una muchacha
afortunada
por robarte una sonrisa
con la prisa de un diablo intratable,
por
hacerte parte mio.
Entrada más reciente
Entrada antigua
Inicio